6.7.06

Y vino el Papa..... y Zizou se fue

Aunque no lo parezca, el título es así, como os lo cuento. Este fin de semana han pasado tantas, tantas cosas, que no voy a tener tiempo de pensar en todas detenidamente (ni ganas, oye, ni ganas) Para empezar, llegó el Papa, un señor vestido de blanco que dice que es el representante de dios en la tierra, y que se hace llamar "su santidad" y que calza las "sandalias del pescador" y que se traslada en un bicho denominado "papamóvil" y que, y ahora voy a ser pelín irreverente, se parece al malo del episodio 1 de Star Wars, la verdad. Pues llegó y ahí tenéis a miles de personas (qué digo miles... ¡millones!) en Valencia con su mochilita y su gorra amarillas, con sus guitarras (qué sería de un peregrino papal sin su guitarra) y sus canciones elaboradas del tipo "Be-ne-dicto, eres lo más bonito" (acentuada en la é de erés) Pues llegó, se dio un paseito, dió unas misitas, y se marchó, que es lo que suelen hacer todos los papas cuando vienen, porque creo que para eso es para lo que les pagan (¿les pagan?). Pues bien, así fue la cosa, y ahora vienen los comentarios de los sesudos de siempre: que si el papa no criticó lo que tenía que criticar, que si Zapatero no fue a la misa, que si no le acompañó a la despedida, que si vaya papa que no se mete con las hordas rojas, que si la familia está siendo masacrada, que si el estado se desmembra, que si este Benedicto no es como el Juan Pablo que sí que le habría dado un par de collejas al presidente, que si de qué los maricones van a casarse y muchos menos a adoptar tiernos infantes que no tienen capacidad de discernimiento, que si tal y que si cual... en fin, lo de siempre, como diría mi padre, la misma música pero con un poquito más de bombo. Y digo yo: ¿no será que el papa lo que tiene es que pasa de casi todo lo que ocurre en este bendito país? ¿no será que lo que necesita el Vaticano de España, o sea, la pasta, ya lo tiene, y entonces no se va a meter en más fregaos? A ver si va a ser eso... Pero quitando politiqueos y cosas absurdas, a mí lo que me ha gustado es ver a tantos y tantos fieles juntos, compartiendo bocata de calamares y vinito de la tierra en bota, vestidos todos iguales en familia y con la misma mochilita que guardaba algunos consejillos para "preservar la familia católica, apostólica y romana" y me pregunto, sólo por poner un ejemplo: entre tanta gente, y familias enteras, ¿no había nadie que utilice, pongamos, el condón, para el control de natalidad? ¿ninguno de ellos? Venga... ahora lo podéis decir, que no os oye nadie. Si fuera así, la natalidad en España estaría por las nubes, y me da a mí que no es así. Y otra pregunta: ¿no había ningún homosexual entre tantos miles y miles de personas? ¿Ni uno solo? Seguro que algún imberbe joven con guitarra cantando al papa miraba con ojos tiernos a su compañero de canción sin que éste se diera por aludido, me juego lo que queráis. Y yo todo esto lo respeto, claro, pero me da a mí que hay que ser un pelín más coherente. Un pelín sólo. Me da que hay mucho más pecador suelto del que se imagina, aunque claro, como decía Woody Allen, no hay religión más cómoda en el mundo que la católica, porque puedes pecar lo que te de la gana, y con una confesión ya te has ganado el cielo. Y una confesión es lo que viene necesitando Zinedine Zidane (vaya tela el enlace que acabo de hacer) después de lo del domingo... aunque el cielo ya se lo tiene ganado, primero por los buenos ratos que nos ha hecho pasar, y segundo por haber embestido de esa forma a un señor llamado Materazzi que no pasará de ninguna manera a la historia del deporte. A mí lo de Zidane la verdad es que me ha dado un poco igual, no soy como todas esas porteras de programa deportivo que ahora se llevan las manos a la cabeza y dicen "amos, con lo bueno que era y lo mal que se ha retirado..." a mí me parece que se ha retirado de forma gloriosa de todas todas, y lo único que me da lástima es lo jodido que se pueda encontrar él por tanto palo mediático. Todos los grandes han hecho estas cosas, de las que al final casi nadie se acuerda. Un deportista, claro, es un tío a priori buena gente, caballeroso, y todo eso del barón de Coubertin, pero también es un ser humano, y cuando le tocan las narices, pues se las tocan. Hoy, en frío, pienso que nadie debería de perder la cabeza, pero asumo que todos la perdemos, y si hay que perderla contra un carnicero que habitualmente no se dedica a ser deportista, sino a romper piernas de otros, pues bien perdida está. Así que, aunque suene revolucionario, me alegro de que Zizou se retirase como lo que es, un grande, tirando un penalti como el que tiró. ¿Y lo que pasó después? ¿Qué pasó después? Yo no recuerdo nada más relevante, excepto que el Papa cogió un avión (sin que Zapatero lo acompañase) y se volvió para Roma mientras los italianos celebraban su triunfo. Tengo memoria selectiva, qué le vamos a hacer...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ey Rosa, qué tal?

Yo también abandoné el fotolog, ahora me puedes ver por http://peterdreamer.livejournal.com/ . No se reciben tantos comentarios, pero bueno, hay que aguantar, jeje.

Nos leémos.