Hoy me pide el cuerpo hablar de fútbol... Y como me lo pide, pues yo lo hago.... Bueno, exactamente de fútbol tampoco, que no es el tema. Más bien de cosas que rodean al fútbol, que suelen ser la mar de divertidas, tanto o más que las cosas que rodean a la farándula, que también tiene lo suyo...
Que conste que yo no soy quién para juzgar al periodismo deportivo de este bendito país, ¡válgame!, que yo respeto mucho a los periodistas, una de mis vocaciones frustradas, pero sí observo diferencias entre unos y otros: unos son los que buscan información y la cuentan (algo que debería ser habitual, ¿no?) y otros que simplemente se dedican a "pensar". Y tampoco me obligaréis a decir que pensar es malo, que es un ejercicio sano para algunas personas, pero para ejercerlo profesionalmente, pues ya están los filósofos...
A ver, queridos "pensadores": un periodista no debe "pensar", creo, sino que debe "informar" y quizá opinar sobre esa información. Sobre esa, no sobre otra. ¿Estamos? No, no, que no me pongo borde, pero a veces sí es verdad que un poquito se me acaba la paciencia... Entre unos y otros, entre los que están en un bando y en otro, entre los que dicen que sí y los que dicen que no, generáis un estado de despiste tan grande, que una no sabe por dónde tirar... Y claro, si añadimos a eso cantidad de seres exaltados y sin vida más allá de un campo de fútbol, o sin más posibilidades de desahogo que el insulto permanente desde un abono, pues encontramos el caldo de cultivo perfecto para generar situaciones bastante indeseables...
Ahora son los aplausos y los silbidos (y no pitos, que a mi me suena fatal) Y venga horas y horas de radio, y de tele, y ríos de tinta de todos los colores, con una estupidez tan grande como si han aplaudido veinticinco o han silbado treinta y dos... Que yo entiendo que la cosa está muy mala, que en el periodismo, como en casi todo, estáis pasando por momentos muy jodidos... pero es que llega un momento en el que ya se hinchan las narices. ¿No os dais cuenta de que siempre hay cuarenta y cinco gilipollas dispuestos a convertir todas esas memeces en guerras absurdas? ¿Y que eso trae consecuencias?
El deporte es deporte, el fútbol es fútbol. Y a mi me encanta. Pero convertirlo en un patio de colegio de chavales que hacen bulling al de al lado quitándole el bocadillo y dándole un par de leches, me parece que va en contra de todo lo que pudiera significar. ¿Queréis dejaros de peleítas e informar? ¿Queréis dejar de sacar a pasear a Hítler o a Mussolini, que no tienen nada que ver con esto, y que además son deshechos de la humanidad incomparables con cualquier persona cercana al deporte? Y si tanto os molesta la actitud de un entrenador, o de un futbolista, ¿por qué no buscáis sus defectos deportivos, los exponéis, y opináis sobre ellos? O mejor: si lo que os molesta es su actitud, y no sus cualidades profesionales. ¿queréis pasar de ello, que me parece que no deberían pagaros para eso, y no darle más altavoces? ¡Coñe, que con la que está cayendo, importa bien poco lo que diga o cómo lo diga un señor que dirige un club de fútbol!
No sé, quizá esté equivocada, pero muchos de vosotros, aún sin que os deis cuenta, contribuís a que la mayoría de la gente no se entere de lo que está pasando de verdad en las calles. Que no os acuso, que cada palo aguante su vela y sepa de qué decide hacer su bandera de vida, pero sí os pido, si es que alguno me lee, que rebajéis un pelín el tono, que no hagáis de esto algo tan importante, y no contribuyáis a que lo que debe ser un deporte, algo divertido, se convierta en una constante guerra civil...
Pues ale, si a alguien le interesa, que se ponga a ello.
Buenos días.
Segunda época del blog sin tema y sin sentido... un hablar por no callar, vamos.
29.11.12
27.11.12
Tiempos modernos, tiempos difíciles
“¿No puedo quedarme un poco más?, estoy tan contento aquí”. Esta pregunta, que hace Charlot al ser indultado y salir de la cárcel en Tiempos modernos, me ha venido a la mente al pensar en lo que está pasando... Nada más lejos de mi intención que hacer un post serio, pero la situación es tan surrealista, tan alejada de lo que debería ser la realidad, que no puedo por menos que abrir los ojos hasta que salgan de sus propias cuencas y ponérmelos sobre las manos, a ver si así logro entender algo...
Veamos: resulta que estamos en crisis. Vale, en eso estamos todos de acuerdo, faltaría más, peeero... una se hace sus preguntas, que vengo a relacionar a continuación:
- ¿Por qué sigo viendo en la tele, ese invento del demonio, que diría mi abuelo, a gente que, lejos de vivir esta crisis como algo real, sigue gastando lo que no está escrito en fiestas, saraos, desfiles y demás zarandajas?
- ¿Por qué grandes empresas, supuestamente afectadas por dicha crisis, siguen dando beneficios en sus cuentas de resultados?
- ¿Por qué hay imbéciles (y perdón si me lee alguno, pero no es insulto, sólo definición) que siguen diciéndote, con cara de babosa, que "hay que apretarse el cinturón", si aún hay a quienes el cinturón les cuelga por holgado?
- ¿Por qué esa misma gente, en la calle, sigue hablando de cosas tan absurdas como si han echado a uno de La voz, o si Mourinho seguirá o no la próxima temporada, y no gira la cabeza a un lado para ver cómo se manifiestan quienes velan por nuestra salud, educación, seguridad, etcétera...?
Estas preguntas, lanzadas así, al aire, no tendrán contestación, claro, pero yo me las hago porque soy la mar de curiosa. Porque vamos a ver: ¿alguien se ha dado cuenta de que nos están quitando todo, de forma al principio lenta, pero ahora rápida e inexorable? ¿A alguien le importa una mierda? ¿O sólo se van a acordar de esto cuando estén enfermos y tengan que pagarse la sanidad, o la educación sea algo prohibido para los no pudientes, o sean desahuciados porque están en el paro y ni siquiera tienen un subsidio?
Pregunto: ¿vais a seguir mirando para otro lado? ¿vais a seguir hablando del Barça, Fernando Alonso o Paquirrín? ¿Vais a seguir cruzando los dedos para que la mierda, que salpica a vuestro vecino, no os salpique? Pues tengo malas noticias: os va a salpicar. Si no hoy, dentro de unos días, o meses, o años. Pero entonces, queridos amiguitos, será tarde. O vamos ahora, o no vamos nunca. ¡Reaccionad, coño! ¡Que nos quitan el pan!
Siento haberme encendido, pero este síndrome de Estocolmo empieza a asustarme. Parece que todos, como Charlot, estamos deseando quedarnos en la cárcel, porque "estoy tan contento aquí..." y eso da mucho miedo...
Buenos días.
Veamos: resulta que estamos en crisis. Vale, en eso estamos todos de acuerdo, faltaría más, peeero... una se hace sus preguntas, que vengo a relacionar a continuación:
- ¿Por qué sigo viendo en la tele, ese invento del demonio, que diría mi abuelo, a gente que, lejos de vivir esta crisis como algo real, sigue gastando lo que no está escrito en fiestas, saraos, desfiles y demás zarandajas?
- ¿Por qué grandes empresas, supuestamente afectadas por dicha crisis, siguen dando beneficios en sus cuentas de resultados?
- ¿Por qué hay imbéciles (y perdón si me lee alguno, pero no es insulto, sólo definición) que siguen diciéndote, con cara de babosa, que "hay que apretarse el cinturón", si aún hay a quienes el cinturón les cuelga por holgado?
- ¿Por qué esa misma gente, en la calle, sigue hablando de cosas tan absurdas como si han echado a uno de La voz, o si Mourinho seguirá o no la próxima temporada, y no gira la cabeza a un lado para ver cómo se manifiestan quienes velan por nuestra salud, educación, seguridad, etcétera...?
Estas preguntas, lanzadas así, al aire, no tendrán contestación, claro, pero yo me las hago porque soy la mar de curiosa. Porque vamos a ver: ¿alguien se ha dado cuenta de que nos están quitando todo, de forma al principio lenta, pero ahora rápida e inexorable? ¿A alguien le importa una mierda? ¿O sólo se van a acordar de esto cuando estén enfermos y tengan que pagarse la sanidad, o la educación sea algo prohibido para los no pudientes, o sean desahuciados porque están en el paro y ni siquiera tienen un subsidio?
Pregunto: ¿vais a seguir mirando para otro lado? ¿vais a seguir hablando del Barça, Fernando Alonso o Paquirrín? ¿Vais a seguir cruzando los dedos para que la mierda, que salpica a vuestro vecino, no os salpique? Pues tengo malas noticias: os va a salpicar. Si no hoy, dentro de unos días, o meses, o años. Pero entonces, queridos amiguitos, será tarde. O vamos ahora, o no vamos nunca. ¡Reaccionad, coño! ¡Que nos quitan el pan!
Siento haberme encendido, pero este síndrome de Estocolmo empieza a asustarme. Parece que todos, como Charlot, estamos deseando quedarnos en la cárcel, porque "estoy tan contento aquí..." y eso da mucho miedo...
Buenos días.
25.11.12
Al maestro Lope de Vega
Hoy en día, estar vivo a los cien años es una heroicidad... Pues imaginaos estar vivo a los cuatrocientos cincuenta... Pues eso es exactamente lo que le pasa a este señor: lleva vivo esos años en la memoria de muchos.
En un mundo en el que la fama puede ser tan efímera como unos minutos en un programa de televisión, que diría Warhol, la verdadera fama quizá no sea ya aquella que buscaban los hombres renacentistas, esa que permanecía una vez muerto. Quizá ahora eso no parezca necesario, pero sigue siéndolo...
Un tipo que escribe tres mil sonetos, ¡tres mil! y ¡ojito! alrededor de mil obras teatrales... es alguien imposible hoy. Es, ciertamente, algo más que un genio...
Hoy hace cuatrocientos cincuenta años que nacía Don Félix Lope de Vega y Carpio. Si viviéramos en otro país, pongamos Inglaterra, o Francia, todo el mundo lo conocería: los niños sabrían sus versos de memoria, los señores irían igual a un partido de fútbol que a una representación teatral del Fénix... pero ¡qué va! Vivimos en España, este país en el que a nadie le importa una mierda lo que este señor hizo, o dejó de hacer, ¡qué pena!
Somos, como ya he dicho otras veces, unos simples, unas amebas. Y lo mantengo. Hoy deberíamos ir todos al teatro, sólo para hacer un homenaje a nuestro hombre de teatro más prolífico, y uno de los más grandes. Pero no lo haremos. Por eso, quiero dejaros aquí mi soneto preferido, el mejor para mí de Lope, y quizá de todos los que haya leído en mi vida. Os dejo el Soneto 126. Leedlo, rumiadlo, pensadlo y luego me contáis si no es puramente cierto... Lope escribía como nadie, y también amaba como nadie... o como todos. Y de paso, leed Fuenteovejuna, que también es muy necesaria en estos días... Con sólo conseguir que unos cuantos conozcan a Lope, me doy por satisfecha.
Felicidades, gran maestro. Muchos no te olvidamos.
SONETO 126
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
En un mundo en el que la fama puede ser tan efímera como unos minutos en un programa de televisión, que diría Warhol, la verdadera fama quizá no sea ya aquella que buscaban los hombres renacentistas, esa que permanecía una vez muerto. Quizá ahora eso no parezca necesario, pero sigue siéndolo...
Un tipo que escribe tres mil sonetos, ¡tres mil! y ¡ojito! alrededor de mil obras teatrales... es alguien imposible hoy. Es, ciertamente, algo más que un genio...
Hoy hace cuatrocientos cincuenta años que nacía Don Félix Lope de Vega y Carpio. Si viviéramos en otro país, pongamos Inglaterra, o Francia, todo el mundo lo conocería: los niños sabrían sus versos de memoria, los señores irían igual a un partido de fútbol que a una representación teatral del Fénix... pero ¡qué va! Vivimos en España, este país en el que a nadie le importa una mierda lo que este señor hizo, o dejó de hacer, ¡qué pena!
Somos, como ya he dicho otras veces, unos simples, unas amebas. Y lo mantengo. Hoy deberíamos ir todos al teatro, sólo para hacer un homenaje a nuestro hombre de teatro más prolífico, y uno de los más grandes. Pero no lo haremos. Por eso, quiero dejaros aquí mi soneto preferido, el mejor para mí de Lope, y quizá de todos los que haya leído en mi vida. Os dejo el Soneto 126. Leedlo, rumiadlo, pensadlo y luego me contáis si no es puramente cierto... Lope escribía como nadie, y también amaba como nadie... o como todos. Y de paso, leed Fuenteovejuna, que también es muy necesaria en estos días... Con sólo conseguir que unos cuantos conozcan a Lope, me doy por satisfecha.
Felicidades, gran maestro. Muchos no te olvidamos.
SONETO 126
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
24.11.12
La ameba
"Ameba (o Amiba) es un protista unicelular del género Amoeba. Es un protozoo caracterizado por su forma cambiante, puesto que carece de pared celular, y por su movimiento ameboide a base de pseudópodos, que también usa para capturar alimentos a través del proceso llamado fagocitosis... "
Pero ¿por qué vamos a enredarnos en definiciones wikipédicas?... mejor dejarlo claro: Hola, soy una ameba. Sí, vivo en el mundo porque tiene que haber de todo, que diría mi sabia madre...
Soy uno de esos seres que viven observando la realidad sin tomar partido, al menos la realidad más directa... que si hay que tomar partido por Alonso o Vettel... ahí sí que me significo, ¡y mucho! ¡Faltaría más! por no utilizar ese tan manido discurso del fútbol, que ya aburre bastante...
Las amebas nos caracterizamos porque cuando alguien tiene un problema, preferimos mirar al gotelé de la pared (sí, tengo gotelé también, ¿qué pasa?) que opinar. Porque, así entre nosotros, significarse es la hostia de cansado: manifestarse, moverse, protestar... quita un montón de tiempo a las cosas que realmente importan, que son, por ejemplo, las cañitas con los amigos, o ver programas de tele la mar de interesantes, como La voz y otros... y ¡qué coño! que todos sabemos que no sirve absolutamente para nada: eso de que un día los franceses se unieron, salieron a la calle y acabaron con los tiranos, no se lo cree nadie. Eso es una historieta que se han inventado algunos para engañar... ¿Y lo de los rusos? Otra igual. ¿De qué me voy a creer yo que cuando el pueblo se une va a conseguir algo? Y es más: ¿qué es "el pueblo"?
Dicen que nos están quitando la sanidad, la educación, el derecho a la justicia... psé, ¿y a mi qué? Yo no me pongo nunca mala (soy unicelular, que no se os olvide) hace siglos que no estudio nada, y no pienso cometer ningún delito por ahora... ¿Servicios sociales? No los necesito, para eso gano mi dinero en mi trabajo, no como todos esos vagos que pretenden que yo les pague por estar en su casa tocándose las narices...
Voy a pasarme un fin de semana glorioso, de esos de deporte en la tele, aperitivito a medio día y siesta "de pijama y orinal" Eso es lo que importa. Y sí, voy a escribir una carta al Ayuntamiento pidiéndoles que, por favor, y si no tienen nada más importante que hacer, retiren a ese grupo de impresentables que rebuscan en el cubo de basura que hay enfrente de mi casa, que me revuelven el estómago. ¿Cómo pueden comer de lo que hay en la basura? ¡Cerdos! Es que luego dicen... de todo hay... Y a ver si ponen más flores en la rotonda de al lado, que se están pochando las que hay... ¿Veis? Lo que os decía, lo que de verdad, de verdad importa...
Un consejo: dejaos de tonterías, no vais a conseguir nada. Yo me quedo aquí. Si me veis mirando al gotelé, no os preocupéis, que es lo que hay que hacer. Deberíais hacer lo mismo.
Besitos a todos
Una de tantas amebas
Pero ¿por qué vamos a enredarnos en definiciones wikipédicas?... mejor dejarlo claro: Hola, soy una ameba. Sí, vivo en el mundo porque tiene que haber de todo, que diría mi sabia madre...
Soy uno de esos seres que viven observando la realidad sin tomar partido, al menos la realidad más directa... que si hay que tomar partido por Alonso o Vettel... ahí sí que me significo, ¡y mucho! ¡Faltaría más! por no utilizar ese tan manido discurso del fútbol, que ya aburre bastante...
Las amebas nos caracterizamos porque cuando alguien tiene un problema, preferimos mirar al gotelé de la pared (sí, tengo gotelé también, ¿qué pasa?) que opinar. Porque, así entre nosotros, significarse es la hostia de cansado: manifestarse, moverse, protestar... quita un montón de tiempo a las cosas que realmente importan, que son, por ejemplo, las cañitas con los amigos, o ver programas de tele la mar de interesantes, como La voz y otros... y ¡qué coño! que todos sabemos que no sirve absolutamente para nada: eso de que un día los franceses se unieron, salieron a la calle y acabaron con los tiranos, no se lo cree nadie. Eso es una historieta que se han inventado algunos para engañar... ¿Y lo de los rusos? Otra igual. ¿De qué me voy a creer yo que cuando el pueblo se une va a conseguir algo? Y es más: ¿qué es "el pueblo"?
Dicen que nos están quitando la sanidad, la educación, el derecho a la justicia... psé, ¿y a mi qué? Yo no me pongo nunca mala (soy unicelular, que no se os olvide) hace siglos que no estudio nada, y no pienso cometer ningún delito por ahora... ¿Servicios sociales? No los necesito, para eso gano mi dinero en mi trabajo, no como todos esos vagos que pretenden que yo les pague por estar en su casa tocándose las narices...
Voy a pasarme un fin de semana glorioso, de esos de deporte en la tele, aperitivito a medio día y siesta "de pijama y orinal" Eso es lo que importa. Y sí, voy a escribir una carta al Ayuntamiento pidiéndoles que, por favor, y si no tienen nada más importante que hacer, retiren a ese grupo de impresentables que rebuscan en el cubo de basura que hay enfrente de mi casa, que me revuelven el estómago. ¿Cómo pueden comer de lo que hay en la basura? ¡Cerdos! Es que luego dicen... de todo hay... Y a ver si ponen más flores en la rotonda de al lado, que se están pochando las que hay... ¿Veis? Lo que os decía, lo que de verdad, de verdad importa...
Un consejo: dejaos de tonterías, no vais a conseguir nada. Yo me quedo aquí. Si me veis mirando al gotelé, no os preocupéis, que es lo que hay que hacer. Deberíais hacer lo mismo.
Besitos a todos
Una de tantas amebas
14.11.12
YA ESTOY AQUÍ, AUNQUE NUNCA ME FUI
Como dice el subtítulo, os encontráis ante una "Segunda época", que no sé si durará o no, si será posible o no, pero yo lo intentaré.
Y para empezar, el #14N, día de huelga general, retomo un artículo de hace casi un año, porque creo que después de escuchar lo que estamos escuchando sobre el mundo de la cultura, el teatro y los actores, es necesario que muchos, que no conocéis esta maravillosa profesión, vayáis apuntando, para que no se os olvide...
Como teatrera, como profesional, y como alguien que ve que le quitan el pan poco a poco, igual que en otros oficios, aquí os dejo mi reflexión. Masticadla un poco antes de escupirla, y me contáis.
Espero que esta segunda época sea más fructífera que la primera. Yo lo intento...
No tenéis ni idea (con todo mi respeto): por mis compañeros teatreros
Después de leer este artículo en Público, pero sobre todo después de leer los comentarios de los lectores, tengo el cabreo subido, no lo puedo evitar. Como hay gente en mi FB que no conoce “por dentro” el mundo del teatro, me he dado cuenta de que es posible que algunos también piensen así, así que he decidido escribir esta nota para que les quede claro cómo funciona esto:
Llevar adelante un montaje teatral es difícil. Muy difícil. A veces, es casi una heroicidad. En la mayoría de los casos, no tenemos subvenciones. En la mayoría de los casos, tenemos que trabajar en otras cosas, porque si no, no es que no lleguemos a fin de mes, es que no llegamos ni al día diez, lo que hace que nuestras jornadas laborales “normales”, incluyendo ensayos, sean de diez, doce, catorce horas (por supuesto, sin cobrar estas horas extra) Si ya tenemos una familia, no es que seamos titiriteros, es que somos malabaristas, porque tenemos que conseguir “engañar” a la familia y los amigos para que nos echen un cable, al menos en épocas de ensayo, o contar con una pareja que no tenga nada que ver con este mundo y nos apoye al cien por cien, y que acepte que trabajas sin cobrar habitualmente.
Y ya has ensayado, y tienes un espectáculo en el que crees, y entonces te dedicas a intentar vender el producto, y hablas con cien, quinientos, mil, dos mil programadores. Por supuesto, las llamadas las pagas tú, como todo lo que has hecho hasta ahora. Y entonces: ¡oh, milagro! Te llaman de unos cuantos sitios: ¡te han programado!. Saltas, bailas, te tomas unas cañas a la salud de todo el equipo y te sientes Sarah Bernardt, Peter Brook y Margarita Xirgu, todo a la vez… Se acercan las fechas. Hablas con tu jefe en ese otro trabajo que no te gusta para pedir esos días que, por supuesto, quitas de tus vacaciones, pero como estás exultante, piensas: “no pasa nada, ahora cuando gane el Max, ya no tendré que preocuparme de estas tonterías. Incluso es posible que no llegue a las vacaciones en esta empresa”
Y llega el día de la primera función. Como no tienes dinero, decides hacer los trescientos kilómetros que te separan del pueblo en cuestión por la mañana. Quedas con el equipo a las 5 de la mañana, y allí que vais, muertos de sueño, pero cantando, felices, seguro de que esta sí, esta de verdad es la definitiva, lo que os catapultará al éxito finalmente. No al gran éxito que vosotros pensáis, no, simplemente al éxito de poder vivir de tu trabajo… qué triste, ¿no?
Llegas a las 8 de la mañana al teatro del pueblo. Por supuesto, los medios son reducidos, y el técnico que tiene que abrirte el teatro no llega hasta las diez, porque nadie le ha dicho que llegábais tan pronto… No pasa nada, habrá que correr un poco más, pero todo bien. Cuando entráis, faltan filtros, faltan focos, falta de todo. No hay espacio, hay que cambiar entradas y salidas de los personajes. Hay sólo un camerino, pequeño y medianamente limpio. No pasa nada. La venta de entradas, que es lo importante, va muy bien, y parece que va a ser un lleno total… y tú eres feliz.
Después de un largo día de trabajo agotador, con montaje de luces, sonido, escenografía, pase técnico, ensayo (esto para los que pensáis que el teatro es subirse a un escenario y ya: primero es subir y bajar de una escalera, clavar, cargar, levantar peso… en fin, un trabajito) Llega la función. Estás agotada, pero no pasa nada, porque tienes energía para dar y regalar. Se han vendido todas las entradas. El teatro está lleno. Comienza la función y la gente responde bien: se ríen cuando se tienen que reír, lloran cuando tienen que llorar… (esto no es siempre así, otras veces el público está “pintado” y entonces no reaccionan. Y no depende de que la obra sea buena o mala, la misma obra en dos pueblos puede dar reacciones diferentes. Es un misterio) Al final, aplauden mucho y tenéis que salir a saludar tres veces. Maravilloso. El público se va, pero antes, algunos se pasan por los camerinos para decirte lo estupendos que sois (esta es la mejor parte, la verdad, esa que alimenta el ego…)
Toca desmontar. Es más fácil que montar, pero es un trabajito también: escalera, clavar, cargar, llenar la furgoneta… ¿Vamos a cenar algo? Sí, pero rapidito, que hay que volver, y son los mismos trescientos kilómetros, que no hay dinero para hotel… Un bocata y ya, que no hay dinero. A las once de la noche, rumbo a casa otra vez, donde llegas a las tres de la mañana y caes como un saco en la cama para levantarte a las siete al día siguiente e ir a tu otro trabajo, ese que pronto vas a dejar dado el éxito obtenido…
Y así, igual, con los otros diez “bolos” que te han salido. Todo preparando la entrada “triunfal” en Madrid, donde vas a estar un mes en una Sala Alternativa…. Lo bueno es que aquí no hay furgoneta ni viajes: tienes la escenografía compartiendo espacio con otras dos compañías, o tres, o cuatro, y vas montando y desmontando cada día… Lo malo, es que es mucho menos “rentable” En principio, en la sala alternativa vas a cobrar el 50% de la taquilla, que es 12€ por entrada. Pero claro, para que venga más gente, hay ofertas: Atrapalo, etc… que hacen que al espectador, la entrada le salga por 6€ y que yo gane, en vez de 6€ por persona, sólo 3€. Si la sala tiene ciento cincuenta butacas, y en el caso prácticamente imposible de llenar todos los días, echa cuentas y divide entre cinco que somos en el equipo (cuatro actores y un técnico, lo indispensable, vaya) y calcula lo que ganamos por día. En el caso (normal) de tener la sala a la mitad, imagínate… pero es Madrid, y tienes que estar, porque así te conocen, y unido al éxito en “provincias” pues todos se rendirán a tus pies, y llegarás a conseguir tu sueño (que no se nos olvide que es vivir de tu trabajo, ni más ni menos) Pero no pasa nada, porque los otros diez bolos están bien pagados. Has firmado otros tantos contratos, uno por ayuntamiento, que harán que cobres no una pasta, pero algo así como lo que marca el Convenio Colectivo, y la Unión de Actores… así que sigues siendo feliz.
Te han dicho que te pagarán en dos o tres meses, así que todo el dinero (gasolina, comidas, incluso a veces el sueldo del técnico) lo has adelantado. Por supuesto, has pedido préstamos a toda tu familia: “no os preocupéis, que en dos o, como mucho tres meses, os lo devuelvo….
Y pasan dos meses. Y tres. Y cinco. Y un año…. Y de los diez bolos, te han pagado uno. ¡SÓLO UNO! De las entradas que vendieron en su día, ni rastro. Algún programador dice: “es que ese dinero se lo queda el Ayuntamiento para cubrir otras partidas”. Por supuesto, discutes con parte de tu familia, y pides un préstamo para pagarles el dinero que te dejaron, porque lo necesitan, claro. Los intereses de un año sin cobrar, tampoco te los paga nadie… En algunos Ayuntamientos, te pagan al año y medio, en otros, a los dos años. En otros, nunca…
Esta es la triste realidad: has ganado 50€ los días que actuaste en Madrid, y has gastado unos 3000€ a grosso modo en viajes y dietas. No has ganado el Max, aunque a toda la gente que vino a ver el espectáculo, le encantó… Sigues en tu trabajo de mierda, con tu jefe de mierda y ya no tienes vacaciones, porque las has gastado todas en esto. A la mierda tu formación de años en una Escuela de Arte Dramático. A la mierda los desvelos y los sueños de poder vivir de tu trabajo (patético). Esta es mi profesión, amigos, a la que quiero tanto como a mi misma, pero es lo que hay…
Y encima tienes que leer a estúpidos que dicen que “por fin van a trabajar los actores” o “que se jodan, con lo bien que han vivido hasta ahora” o “ahora que no cobran, ahora se quejan. Pero antes, a los parados que les dieran por ahí mientras ellos jugaban a ser Peter Pan o Bernarda Alba. Que morro…” Pues no, amiguitos, esto no es un juego, esto es un trabajo. Y duro, por cierto. Sin fiestas, vacaciones ni fines de semana. Y para que tú, amigo, disfrutes, o te evadas…Un trabajo que también da de comer a muchas familias, muchas, y no sólo de actores: de dramaturgos, de directores, técnicos, maquinistas, personal de sala, taquilleros, etc, etc… ¿Qué pasa, que ellos no merecen tener trabajo? ¿Que sólo importa el tuyo, listillo? Perdón, pero me enciendo…
No quiero subvenciones. Asumo que el país no está para darlas. De todas formas, nunca las he tenido, así que todo igual. Sólo quiero QUE ME PAGUEN POR MI TRABAJO. Creo que igual que tú: albañil, abogado, carpintero, camionero, electricista, mecánico, profesor…. Supongo que esto es fácil de entender. No voy a hablar del valor de la cultura en general en una sociedad, y del teatro en particular, porque eso sería eterno, y a cada uno le duele lo suyo.
Espero que YA lo hayas entendido. Si no lo entiendes, entonces tienes un problema. Muy grave, por cierto. Míratelo….
Espero que esta carta llegue a gente que sabe lo que hay, pero sobre todo a todos aquellos que no tienen ni idea, o que tienen una idea muy equivocada, y que la cambien. Pero no tengo mucha esperanza, la verdad.
Ánimo a todos mis compañeros. ¡¡Sois unos héroes!!
Diciembre, 2011
PD. Hoy, les dedico este artículo a los compañeros encerrados en el Teatro Español, por todos. Gracias!!
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