25.11.12

Al maestro Lope de Vega

Hoy en día, estar vivo a los cien años es una heroicidad... Pues imaginaos estar vivo a los cuatrocientos cincuenta... Pues eso es exactamente lo que le pasa a este señor: lleva vivo esos años en la memoria de muchos. 

En un mundo en el que la fama puede ser tan efímera como unos minutos en un programa de televisión, que diría Warhol, la verdadera fama quizá no sea ya aquella que buscaban los hombres renacentistas, esa que permanecía una vez muerto. Quizá ahora eso no parezca necesario, pero sigue siéndolo...

Un tipo que escribe tres mil sonetos, ¡tres mil! y ¡ojito! alrededor de mil obras teatrales... es alguien imposible hoy. Es, ciertamente, algo más que un genio...

Hoy hace cuatrocientos cincuenta años que nacía Don Félix Lope de Vega y Carpio. Si viviéramos en otro país, pongamos Inglaterra, o Francia, todo el mundo lo conocería: los niños sabrían sus versos de memoria, los señores irían igual a un partido de fútbol que a una representación teatral del Fénix... pero ¡qué va! Vivimos en España, este país en el que a nadie le importa una mierda lo que este señor hizo, o dejó de hacer, ¡qué pena!

Somos, como ya he dicho otras veces, unos simples, unas amebas. Y lo mantengo. Hoy deberíamos ir todos al teatro, sólo para hacer un homenaje a nuestro hombre de teatro más prolífico, y uno de los más grandes. Pero no lo haremos. Por eso, quiero dejaros aquí mi soneto preferido, el mejor para mí de Lope, y quizá de todos los que haya leído en mi vida. Os dejo el Soneto 126. Leedlo, rumiadlo, pensadlo y luego me contáis si no es puramente cierto... Lope escribía como nadie, y también amaba como nadie... o como todos. Y de paso, leed Fuenteovejuna, que también es muy necesaria en estos días... Con sólo conseguir que unos cuantos conozcan a Lope, me doy por satisfecha.

Felicidades, gran maestro. Muchos no te olvidamos.

SONETO 126
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,

alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

enojado, valiente, fugitivo,

satisfecho, ofendido, receloso;


huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,

olvidar el provecho, amar el daño;


creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:

esto es amor, quien lo probó lo sabe.

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